6 de Agosto de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Sepan que muchos dones continúan siendo vertidos sobre ustedes en este tiempo ---- ahora más que nunca.
Yo, la Mediadora de todos los dones he venido a recoger a Mis hijos bajo Mi manto de amor para guiarlos a cada uno hacia Mi Hijo. El pacientemente espera que la puerta de sus corazones se abra a El. Les pido que reafirmen su fe al dejar que Jesús sea el punto principal en su vida.
No deben ser débiles, hijos Míos. Dependan en la Misa y en los sacramentos para su fortaleza. Busquen a Mi Hijo con todo su corazón y realmente lo encontrarán. Anímense unos a otros continuamente ya que el sendero que caminan se hace más angosto cada día. Paz y amor, hijos Míos.