8 de Agosto de 1997 (Mensaje Personal) (Maria)
Hija Mía,
Te traigo Mi amor y consuelo Maternal en éste tu tiempo de prueba. Nosotros somos la fuerza que tú necesitas para enfrentar todo lo que viene hacia ti, no te entristezcas, pequeña Mía, por aquellos quienes sin saberlo son instrumentos de el espíritu de la desconfianza.
Cólmate de Nuestra paz. Abraza el sufrimiento que viene hacia ti al tiempo que tu purificación continúa. Tú eres el barro que el alfarero está moldando en Su imagen. Alégrate siempre porque haz sido muy bendecida.
8 de Agosto de 1997 (Mensaje al atardecer) (Maria)
Hijos Míos,
Vengan, queridos Míos, mientras que Yo, su Madre, tomo su mano y los recojo bajo Mi manto.
Les pido este día procurar la voluntad de Jesús en todo lo que hagan. Al procurarlo a El continuamente, que es Santo, ustedes también se convierten en uno con El y compartirán la alegría del amor verdadero.
Preciosos Míos, al contemplarse en el espejo sepan que la imagen que se refleja es la morada de el Espíritu Santo. Permitan que la pureza de corazón y la Luz de Amor se reflejen en cada una de sus miradas. Ustedes son los faros del amor y la luz de Mi Hijo. Vivan cada momento con confianza en El cuyo amor no tiene fronteras.
Paz y alegría, hijos Míos.