13 de Agosto de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Ustedes, hijos Míos, están siendo testigos de una pequeña parte de un gran plan el cual fue predestinado hace mucho tiempo. Este es un eslabón en la cadena que estoy formando para reunir a Mis hijos.
Deseo, preciosos Míos, que el amor de Mi Hijo alumbre más brillantemente en ustedes a medida que pasan los días. Muchas almas están buscando, pero no lo conocen a El a quien buscan.
Este es un faro del amor de Mi Hijo para que toda la humanidad lo vea. Sepan, hijos Míos, ellos vendrán cuando el hambre por El aumente. ¡Abran sus corazones, o pequeños corderos, porque éste será una pastura de la bondad y la misericordia de Mi Hijo!
Mucho se les ha confiado a ustedes. Oren por la fortaleza para perseverar.