24 de Agosto de 1997 (Maria)
Queridos pequeños Míos,
Alabado sea Jesús, Mi más misericordioso Hijo. Gracias, pequeños, por permitirnos trabajar a través de ustedes esparciendo Nuestros mensajes de esperanza y amor. Nunca titubeen en permitir al Espíritu Santo cuidar a aquellos buscando la paz y el consuelo de Mi Hijo ---- estén abiertos, hijos Míos, a Sus instrucciones puesto que El los guiará si ustedes permanecen siendo vasos abiertos de Nuestros corazones rebozando con amor ---- ¡el amor de Jesús!
Yo deseo que ustedes, Mis queridos pequeños, atiendan Nuestros mensajes. No teman, hijos Míos, a estos tiempos que se aproximan, pero con diligencia procuren ser obedientes a la Divina Voluntad. ¡Escúchenos, hijos Míos, y ayuden a otros a escuchar! Recen mucho y prepárense. ¡Les He dicho que el tiempo que el reloj Maria se acorta ---- y así es, preciosos Míos, así es!