2 de Diciembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Permitan que sus corazones se llenen de alegría mientras que descansan seguros en el amor de Cristo Jesús y en la abundancia de Su Misericordia. Escuchen con cuidado al suave susurro cuando El los llama por sus nombres porque se les llama al servicio de Su Reino Divino. Preparen bien sus corazones porque aquellos que buscan van a encontrar con toda seguridad un amor de tal magnitud que nada los podrá separar de Aquel que dio Su vida por ustedes. Llámenlo a El siempre porque El busca atraerlos cerca de Su corazón ---- para librar a su alma de temores mientras que la luz de Su amor protegerá sus almas de la desesperación del pecado.
Vengan a El, pequeños Míos, ---- les urjo ---- no se demoren. Estoy aquí, hijos Míos, para ayudarlos. Les extiendo Mi mano ---- tómenla y permítanme presentarlos a Mi Hijo. Aún queda mucho por hacer. Hagan todo lo que puedan ---- Nosotros no les pedimos más que compartan el amor de El que es puro amor. ¡Paz y amor!