4 de Diciembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Alabado sea el nombre de Jesús cuyo amor y misericordia son regalos constantes que El desea verter sobre sus hijos. Dejen que sus corazones sean suavizados para recibir estos regalos que son como copos de nieve que caen suavemente desde el cielo creando una preciosa cobija que cubre la tierra. Con el tiempo la nieve se derrite dentro de la tierra ---- así también, pequeños Míos, el amor y la misericordia de Jesús se derretirán dentro de su alma refrescándola para que dé fruto.
Confíen, hijos Míos, y crean porque no están solos. Busquen pureza de corazón y con un corazón puro vean a su alrededor. Sus ángeles asignados por Dios están con ustedes listos para asistirlos en su vida diaria. Llámenlos que ellos también orarán y abogarán por ustedes. Yo, vuestra Madre, los bendigo en este día. ¡Paz y amor!