Mis queridos hijos,
Paz y alegría Yo les traigo en este día ---- la paz y la alegría de Jesús. No se desesperen con las pruebas diarias y regocíjense porque es grande la recompensa que les espera. Todos deben darse cuenta que los méritos no nos llegan sin sacrificios y obediencia. Cada uno debe libremente escoger este camino porque nada es indebidamente impuesto sobre corazones abiertos cuyo amor sigue a Jesús.
La vida es un viaje de felicidad y penas, experiencias que necesitamos. Aprendan a aceptar cada una de ellas porque seguramente van a aprender su importancia como la vida misma es un enigma de la cual aprenderán a comprender con tiempo y discernimiento. Ustedes son inmensamente amados, hijos Míos, perseveren un poco más, puesto que el tiempo se acorta. ¡Paz y amor!