Mis queridos hijos,
Estén en Paz, hijos Míos ya que sus oraciones suben tan dulcemente ante el trono de Dios. Entérense que cada corazón está gentilmente acariciado para alejar los dolores y las quebrantaduras infligidas por un mundo de indiferencia. Es la pureza de las intenciones de cada corazón que permite al Amor Divino entrar ---- a sanar y a atraer aquellos corazones receptivos cerca del Suyo. Cada uno ha sido específicamente escogido para cumplir un propósito predestinado. Únicamente a través del continuo deseo de profundizar y fortalecer su vida de oración se realizará este propósito.
Nosotros los amamos, queridos hijos, y Nos regocijamos en sus esfuerzos por hacer la voluntad de El más Bendito. Si ustedes van a titubear, pero su deseo por alcanzar la santidad será mayor a los obstáculos que se les presenten en su camino y con Nuestra jubilosa ayuda alcanzarán las metas en su vida de paz y alegría en Jesús. Los bendigo en este día, a la vez que Mi corazón los abraza para confortarlos y guiarlos durante estos tiempos tan difíciles.
Paz y Amor.