Mis queridos hijos,
Nosotros estamos con ustedes para inculcar paz en sus corazones y sus mentes. Sin Nuestra paz, se perderían y fácilmente fueran desviados porque el tiempo vuela y velozmente se aproxima la hora final de decisiones.
Hijos Míos, no permitan que las preocupaciones de este mundo se filtren en la paz y tranquilidad de los campos inertes de sus almas. Estén conscientes, queridos Míos, Nuestros mensajes deben ser oídos aun en el silencio de sus corazones. Sean advertidos y conscientes pero con fe resuelvan a perseverar hasta el final. Todo lo que ha sido revelado debe suceder y sucederá. Son ustedes, Mis hijos preciosos, quienes escogerán cómo diseminar la información dada. Oren mucho y pregunten al Espíritu Santo que llene sus corazones con sabiduría con la cual el conocimiento y la paz llenen sus corazones. Lancen todos sus temores porque aun queda mucho por hacer. Dejen que el amor sea su guía al continuar su jornada.
Los amamos, queridos hijos, y Les otorgamos dones sobre dones para alivianar sus cargas mientras continúan en su jornada hacia la santidad. ¡Paz y amor!