28 de Noviembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Los acojo cerca de Mi corazón durante estos tiempos especiales en los cuales celebran la paz y la buena voluntad hacia todos. Es el deseo de Mi corazón, queridos Míos, que cada día sea un día de paz. Cada día deben desarrollar hábitos --- hábitos espirituales que les ayuda en su crecimiento hacia la santidad. Las posesiones materiales de este mundo pronto pasarán. ¿Y después qué, hijos Míos? --- ¿En dónde guardaron su verdadera riqueza?
Escúchenme mientras Yo los consuelo en su jornada por la vida. No demoren en sus preparaciones como Les he advertido en Mis mensajes, pero fielmente sigan en los pasos de el Maestro. Carguen su cruz sin importar lo que les cueste porque cada uno debe dar testimonio a Jesús en la manera escogida por El --- por El cuyo amor siempre estará presente para rodearlos de paz y valor. ¡No teman porque lo que viene, viene rápidamente! ¡Paz y amor!