20 de Octubre de 1997 (Maria)
Hija Mía,
Tu mirada descansa en la Cruz y tu corazón siente la magnitud de su grandeza. Entiende, hija Mía, al dar gracias por este logro, tu trabajo apenas ha comenzado. Ahora debes cobrar fuerza la cual Mi Hijo te ha dado y prepárate para la gran batalla que se aproxima.
Envío a Mis hijos Sacerdotes --- Mis hijos especiales --- a este lugar donde serán bendecidos y a cambio bendecirán a aquellos que vengan. Pídanle a Mis hijos su bendición sobre esta montaña porque éste es un lugar santo --- un lugar de sanaciones.
Deseo, hija Mía, que se rece un rosario de la Divina Misericordia de Mi Hijo aquí cada domingo a las 3:00 p.m. Esto es en preparación para lo que pronto viene. Unan sus corazones y sus voces en oración y rueguen por la Misericordia de Jesús --- el tiempo pasa más rápidamente que lo que piensas. Mucho se necesita hacer --- muchas, muchas almas están sedientas por Mi Hijo. Sé un instrumento de Su amor y paz mientras reúno a sus queridas almas --- aquellas quienes vienen buscando misericordia. Descansa ya, hija Mía. Paz.