26 de Octubre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Reconozcan que cada día en esta hermosa jornada de la vida se acercan más a la hermosura del júbilo y la paz eterna. A medida que ustedes dependen más y más en Jesús, las cargas de su vida se harán más y más livianas y su espíritu va a volar cada vez más alto hasta que ustedes hayan alcanzado los niveles finales de santidad.
No volteen hacia atrás, hijos Míos, --- el pasado se atenderá de sí mismo, enfóquense siempre hacia adelante en Jesús. Mírenlo a El quien tiene el futuro en Sus manos --- el gran Arquitecto de la vida. Ustedes son los diseños de Sus manos Divinas --- Su pueblo a quien El llama. Escuchen, pequeños Míos, porque todo es orden en este gran drama de la vida.
Rara vez ha habido un tiempo donde el pecado abunda que se le haya dado tanta misericordia. Oren por Su Divina Misericordia sobre sus familias y sobre todo el mundo porque la mayoría no ven y comprenden la magnitud del juicio que se aproxima. Reciban Mis bendiciones Maternales este día. ¡Paz y amor!