30 de Octubre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Ustedes, los seres preciosos quienes escuchan y atienden a Mis palabras, están siendo preparados con fortaleza y amor celestial. Lo que se les revela a ustedes es dado como señal de esperanza no de desesperación. No hagan hincapié en lo negativo porque eso es tiempo perdido --- tiempo precioso, hijos Míos, que se va para siempre.
Se les llama a estar conscientes de eventos por venir. Mis mensajeros por todo el mundo están proclamando Mis palabras de precaución cariñosamente mezcladas con ánimo. Les traemos Nuestra paz --- la paz del amor y júbilo eternos --- aprendan, seres queridos, poniendo su fe en acción. Abracen sus pruebas y sufrimientos sabiendo que el Padre, por un grande amor hacia ustedes, ha permitido a cada uno llevar su cruz de purificación. Encuentren alegría, hijos Míos, en todo lo que viene a ustedes porque realmente éstos son tesoros los cuales ustedes van a apreciar un día y poner frente el altar de dios. Alégrense, Mis queridos seres. ¡Paz!