3 de Septiembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Pronto el sol amanecerá sobre un nuevo día ---- un nuevo día para alabar y glorificar a Dios. Tomen tiempo, pequeños Míos, para darle las gracias a El por cada nuevo día que Les permite ver. Denle las gracias por este precioso regalo de vida antes de levantarse y así brindarle los primeros pensamientos de su día.
Hijos Míos, El debe estar primero. Ustedes están aquí para glorificarlo sobre todas las cosas. Que todo lo que hagan ---- que todo lo que digan sea un himno de alabanza a El primero, a Quien está sobre todo. Prepárense cada día examinando su consciencia. Realmente, les digo a varios de ustedes, que por indiferencia o ignorancia no saben como hacer ésto de manera apropiada y efectiva. Aprendan ---- procuren a aquellos cuyos corazones pertenecen a Mi Hijo y ellos les enseñarán.
Deben preparar sus almas al estar reconciliados a su Dios. Dense cuenta, pequeños Míos, éste es un gran regalo el cual cultivará las semillas de humildad las cuales son tan necesarias para alcanzar la vida eterna.
No permitan que el tiempo que les queda se les escape ---- ustedes son Mis fieles y deben, como tal, servir de ejemplo a las almas perdidas y que están buscando. Prepárense ---- prepárense como nunca antes ---- vayan rápido a recoger las gavillas.
Llamen a los ángeles ---- ELLOS SON VERDADEROS y los protegen y los cuidan diariamente. Han sido asignados para velar por ustedes y protegerlos. NO OFENDAN A AQUELLOS QUIENES DIOS LES HA ENVIADO ---- ellos son una fuente de poderosa protección. ¡Oren, pequeños Míos, ---- oren y prepárense!