4 de Septiembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Vengo este día a decirles de Mi amor Maternal. Mis hijos, ¿No escuchan la urgencia de Mi llamado? ¡No toman Mis mensajes con la debida seriedad pero Yo, por amor, continuaré repitiéndolos hasta que lleguen a corazones fértiles!
Los padres en sus esfuerzos por corregir a sus hijos con frecuencia deben repetir sus advertencias de instrucciones ---- no por enojo si no por un profundo amor. Ellos desean evitarles las desagradables consecuencias de sus acciones las cuales ellos saben que serán el resultado por no adherirse a las advertencias dadas con tanto amor. Por eso, Yo, su Madre, he repetidamente dado Mis instrucciones para prepararse. Escúchenme, pequeños Míos. Algunos de aquellos que me aman lo han hecho, por amor y fe, han recibido mis palabras y ellas han caído sobre el suelo fértil de sus corazones produciendo el fruto que Yo les he pedido.
¡Todos deben oír y responder! ¡LAS REPERCUSIONES DE LA INDIFERENCIA NO VAN A SER AGRADABLES! Actúen ahora, Mis preciosos, ---- tomen ese salto de fe y vengan a Mí, su Madre, cuyo amor es suave y amable. Yo los acogeré a cada uno, si me lo permiten, y se los presentaré a Mi Hijo cuyo amor perdura por siempre. Paz, preciosos Míos. Acepten Nuestro regalo de paz puesto que su fortaleza les proporcionará dones incalculables.