Mis queridos hijos,
Los llamo al refugio de Mi Inmaculado Corazón donde encontrarán paz y reposo para su alma.
Muchos de Mis hijos sufren innecesariamente porque el mundo de materialismo ha envuelto sus corazones y obscurecido su vista. Ya no ven más la hermosura en la sencillez de la vida que Dios creó. Deseo, pequeños Míos, sus corazones ---- esos corazones puros los cuales anhelan a Mi Hijo.
Existe mucha enfermedad en su mundo porque la gente casi nunca busca al Gran Doctor, Jesús, quien es el sanador de todas las aflicciones de la vida. Permítanlo, queridos Míos, que los sane. El impacientemente espera que descarguen sus almas para que El pueda refrescarlos con agua viva.
¡Vengan pronto, pequeños, refrésquense ---- prepárense! Escuchen la urgencia de Nuestros mensajes y no se hagan complacientes, e incansablemente procuren traer almas a Jesús. Nuestros corazones están llenos de dolor porque muchos de Nuestros hijos se están cayendo al precipicio de la destrucción. Mitiguen Nuestro dolor, o fieles criaturas; apliquen el remedio de su amor a Nuestros corazones ---- oren ---- puesto que el gran día de la justicia se aproxima. ¿A qué tantos de ustedes va a encontrar Mi Hijo listos?