15 de Septiembre de 1997 (Maria)
Mis queridos hijos,
Alabado sea Jesús el Senor y dador de vida. Queridos Míos, deseo la conversión completa de sus corazones al de Mi Divino Hijo para que la paz verdadera los envuelva mientras que atraviesan los obstáculos de este mundo.
¡Oren, hijos Míos! Ustedes deben fortalecerse con oración para soportar todo lo que se aproxima. Muchos por ignorancia dicen que amendarán su vida cuando vean que se aproxima el peligro. Solemnemente les digo que el peligro es real y presente. Solo tienen que abrir sus ojos a la maldad dentro de su sociedad --- No podemos aprobar este comportamiento. La justicia de Mi Hijo pronto limpiará el mundo de su corrupción, y tan poquito tiempo. ¡Paz, hijos míos!