(Durante el Rosario en la "granja, Ash Canyon”) (Maria)
Mis preciosos pequeños,
Gracias por unir sus corazones en oración esta noche. Sepan que Mi Hijo está entre ustedes dando suaves jaloncitos a los lazos de sus corazones.
¿Cómo, pequeños Míos, podemos expresar Nuestro amor por ustedes? Yo soy la Madre quien con mucho amor sostenía al recién nacido entre Mis brazos tan llena de alegría que Mi corazón no podía contenerse más. Soy también la Madre que llena de amor extendió sus brazos para recibir a Su Hijo sin vida.
¿No entienden que no se les da más de lo que ustedes pueden soportar? Nunca están solos - permitan que la fe tome las riendas de su vida. Su tiempo se hace más y más precioso. Úsenlo sabiamente, hijos Míos. Paz, pequeños Míos.