27 de Julio de 1997 (Maria)
Mis queridas criaturas,
Tanto de su tiempo es desperdiciado en vanos esfuerzos por tratar de controlar los eventos en su vida.
Yo, su Madre, le pide a cada uno de ustedes que se vacíen de todo aquello que esté en conflicto con la voluntad del Espíritu Santo. Permítanle a El que los llene con Su presencia para que su vida entonces se convierta en una hermosa melodía que dulcemente llega al trono de Dios.
Oren mucho, pequeños Míos, --- con cada prueba que les llegue y también las gracias que se requieran para aceptarlas serán derramadas sobre ustedes.
Alabado sea Jesús cuyo amor continuamente los rodea. ¡Paz, hijos Míos!