29 de Julio de 1997 (Maria)
Hija Mía,
No permitas que el espíritu de la ansiedad te agobie. Los regalos que se te han dado van a requerir muchos sacrificios, pero te he dicho que con el poder del Espíritu Santo todo es posible.
Sumérgete en oración diaria. Busca a Jesús en todo lo que hagas para que las almas por las cuales El está sediento se refresquen en la fuente de Su misericordia. Paz y alegría, nuestra mensajera de amor.