10 de Septiembre de 1999
“Despierten, Hijos Míos. Levántense y quítense su roba ensuciada con la complacencia y la indiferencia porque esta noche Yo les he dado una nueva vestidura --- una vestidura de verdad y justicia.
Como Mi sangre fluye desde la cruz en el Calvario para limpiar su alma --- para refrescarlos --- Yo ahora les pido ponerse esta túnica sobre su cuerpo --- esta noche --- sin mancha porque viene de Mis manos. Por esta túnica y por la misión que les encomiendo, todos sabrán que son Míos.
Miren a su alrededor, hijos Míos --- no con impaciencia --- porque no saben lo que se aproxima; pero, vean el dolor en su mundo y con gran amor acepten esta comisión a Mi servicio. Ámenme como Yo los amo y muchas almas se ablandarán porque la preciosa semilla de la esperanza se habrá sembrado dentro de sus corazones. ¿Podría su mundo existir sin el sol, hijos Míos? ----- sin esperanza ustedes no pueden existir porque la esperanza alimenta el fuego del amor --- un amor tan intenso. Este amor es Mi regalo a ustedes. Úsenlo bien. No acumulen con avaricia ni escondan el regalo, pero gástenlo libremente tan libremente como se les ha dado a ustedes.”