10 de Noviembre del 2000
(Como este mensaje en particular fue tocado varias veces justo antes de la transcripción, fue muy interesante notar ciertas frases que han sido repetidas periódicamente a través de los mensajes de Nuestra Senora. Numerosas veces hemos sido instruidos a “escuchar” y no solo “escuchar” pero “escuchar cuidadosamente”. Se nos pasa desapercibido o fallamos a comprender la sencillez de Sus palabras. Parece que estuviéramos de prisa para escuchar lo siguiente que Ella va a decir y nos deslizamos sobre la importancia de Su mensaje. Les pedimos que al rezar por discernimiento del Espíritu Santo antes de leer lo siguiente, ustedes también oren por un corazón quieto y pacífico para que ustedes realmente puedan oír lo que Nuestra Senora nos dice a cada uno y a todos nosotros.)
“Escuchen cuidadosamente, hijos Míos, porque esta noche de Mi mano fluyen muchas bendiciones ---- polvo de oro --- el cual Mis ángeles llevan a cada uno de ustedes, Mis preciosas criaturas, porque estos tiempos son grave y muchos corazones están lastimados y llenos de dolor. A través de estas bendiciones ustedes recibirán mucha fortaleza------pero, esta noche------un regalo especial-----una bendición de Mi Hijo porque El tomará el polvo de oro de sus manos las cuales ustedes extenderán hacía El y El los bendecirá para que todos sepan que ustedes son de El.
Pequeños, Mis preciosas criaturas, cuántas veces Yo les he dicho ---- ustedes son amados y que éste es un lugar especial diseñado por la mano de Dios. Ustedes han sido escogidos y se les ha dado mucha responsabilidad.
Esta bendición especial esta noche les dará la fortaleza porque viene de la mano de Nuestro Senor, Mi Hijo, quien los ama incondicionalmente. Vengan así como están ---- tráiganle a El sus dolores --- sus sufrimientos --- sus alegrías ---- sus enfermedades. Permítanle a El que los toque. Vengan con mucha fe porque sin fe, hijos Míos, ni Mi Hijos puede tocar los corazones endurecidos. Renuncien su voluntad a la Divina Voluntad de El y encuentren esa paz la cual El desea que todas Sus criaturas sientan.
Muy amados hijos, hay tanto que hacer ---- mucho que hacer y ustedes sienten que son tan pocos, pero Yo les digo todo está en manos de Dios. Confíen en El ---- dependan es Su sabiduría y en Su misericordia. Hagan lo que puedan y les aseguro, El hará el resto.”
(Nota: Otros dos miembros del grupo de oración fueron bendecidos ese mismo día con experiencias involucrando el color dorado. Sus propios “regalos” personales este día ayudaron confirmar los de esta noche.)