8 de Septiembre del 2000

 

“O, Mis preciosas criaturas,
Les doy las gracias esta noche – por los preciosos regalos que le han traído a su Madre --- porque sus corazones ---- esos corazones tan llenos de amor ---- tan llenos de tantas preocupaciones diarias.  Queridas criaturas, Yo acepto estos regalos con gran alegría.  Permítanme presentarles un pequeño pero hermoso regalo.  ¿Pueden tomar Mi mano esta noche?  Vengan y caminen conmigo ---- vean el sol que está listo para  meterse, y aun, todavía hay bastante luz.  Porque delante de nosotros ---- ven el enrejado de rosas ---- huelan la fragancia al entrar debajo de la hermosura de las flores.  Capten el aroma del Jazmín --- las gardenias.

 

Miren a su alrededor, hijos.  Vean como el jardín está perfectamente diseñado.  Vean no hay abrojos.  Es una belleza pura porque ha sido alimentada por las bendiciones que Dios ha vertido sobre estas preciosas flores ---- las almas que lo han buscado --- que lo han amado --- que han hecho Su voluntad y han obedecido Sus mandamientos.  ¿Qué hay más adelante?  Vean el pequeño jardín --- donde las flores han comenzado a brotar --- no aun completamente formadas.  Estas, hijos Míos, son las que necesitan oración, porque todavía no le han pedido a Dios por Sus bendiciones.  Al pedirle a Dios, El no se rehúsa.

 

Oren, oren, pequeñas criaturas, que estos preciosos retoños se convertirán en bellísimas flores en el jardín de almas de Dios.  Permítanos alejarnos ahora, pero les pido un regalo más esta noche.  Permitan que las palabras de su boca sean tan tiernas, y tan humildes que ustedes puedan suavizar hasta el corazón más duro.  Redetirlo en amor puro ---- por Jesus.”
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