15 de Septiembre del 2000
(Un Mensaje de Nuestra Santísima Madre y San Miguel)
(San Miguel) “Hijos de Dios,
Yo los saludo y les hablo estas palabras por orden de Mi Senor y Mi Dios. La hija por la cual estas palabras son pronunciadas ya no está en nuestra presencia. Ella ha sido llevada bajo el manto de nuestra Santa Reina para mirar la jornada que queda por recorrer. No es necesario que ustedes pregunten que yace más adelante pero con mucha fe – sujétense bien de este escudo que yace ante ustedes porque a mí se me ha mandado con mi legión de ángeles para proteger esta santa montaña. Esta es tierra sagrada y Yo la defenderé. Escuchen ---- escuchen, hijos.”
(Nuestra Santa Madre) “Mis preciosas criaturas de amor,
No teman al escuchar estas palabras porque ellas han sido pronunciadas para hacerlos conscientes de la grandeza de su responsabilidad porque esta montaña es una montaña destinada para grandeza ----- para el propósito de Dios.
Yo les digo ahora que llenen sus lámparas de aceite ---- que llenen sus sacos con grano ---- y estén preparados…….tanto amor ---- y aun tanta responsabilidad. Sientan la presencia del Espíritu Santo porque El es su compañero constante ---- su guardia y su guía.
Entérense que San Miguel está siempre Conmigo ----- siempre a Mis órdenes y a las de Mi Hijo. Escuchen cuidadosamente a todo lo que se les ha dicho. Hijos, confíen ----- disciernan ---- confíen --- porque ésto es real.
Las gracias que han recibido y que recibirán los sostendrán. Nunca caminen en miedo, pero caminen en la luz y la esperanza de Jesus.”