28 de Enero del 2001
"Hijitos de Mi Misericordia,
No teman los tiempos difíciles ni los obstáculos insuperables que se aproximan. Tengan gran fe - - - libres de la desesperación. Esta es Mi montaña santa - - - un faro en el desierto - - - un desierto de almas. Vengan a Mi en fe y con plena confianza - - - porque en medio de la oscuridad - - - vendrá Mi luz como la erupción de un volcán de esperanza tocando cada alma que se aferra a la promesa de Mi Misericordia. Misericordia, Mis hijos, es la única esperanza. Confíen en Mi, mientras estoy sediento por todas las almas - - - las de los desviados - - - los olvidados - - los abandonados - - - todas las almas.
Ustedes son Mis pequeños instrumentos llenos de fe que envió en este océano de almas. Tiren sus redes y amen y alienten a cada alma por medio de sus acciones de obediencia, fe y amor en Mi misericordia. Este es el tiempo, Mis hijitos, de seguirme. No se desvíen por las dificultades al entender, no es un don vuestro. El don de ustedes es el de la fe - - - fe, no en lo que ven sino en lo que creen. Confíen en Mí, --- Ámenme. Los tengo en la palma de Mi mano. Descansen en Mi paz."