16 de Febrero del 2001
"Mis Queridos Hijitos,
Las pruebas de la vida los han arrojado como un pequeño barco, jalando una ancla, en un mar furioso - - - sin poderse sostener. Levanten el ancla, Mis hijitos. Con gran fe vuélvanse hacía la tormenta. Ustedes vacilan, Mis hijitos, aun cuando titubean a enfrentar la tormenta pues buscan un compromiso con Dios. Dios no hace compromisos. Los ama, pero no se compromete. Se aferran a Dios y también se aferran al mundo porque ven en el un falso sentido de seguridad. Mis hijitos, al hacer ésto se vuelven tibios. Los tibios dejan un sabor amargo en la boca de Mi Hijo.
He estado con ustedes, Mis hijitos, que tratan con tanto esfuerzo de seguir a Mi Hijo. Soy la Madre que amorosamente remienda el patrón harapiento de sus vidas con el hilo dorado de amor paciente. Mis hijitos, vengo a instruirlos - - - a atraerlos cerca a Dios - - - para que sean Sus hijitos obedientes. No solo lean Mis mensajes, practíquenlos - - - porque deseo atraerlos cerca a Dios. Por medio del amor y del perdón pueden reconciliarse con Dios."
Visual: Nuestra Madre está sentada en una silla de estrellas. Viste un vestido color coral con un manto azul sobre su regazo. Borda un tapiz grande - - - una cobertura - - - un tapiz. No tiene fin - - - O mi Jesus - - - todas son caras - - - todas son almas. Con mucha paciencia las borda, una por una. Estas pequeñas almas gastadas por el pecado empiezan a deshilarse de este hermoso tapiz. Pero Ella está sin ningún pendiente por el tamaño del tapiz. Se concentra en cada alma preciosa con un cuidado muy tierno. Bajo de la cobertura/tapiz hay un reloj de arena y el tiempo se cierne rápidamente. Madre se ciernen - - - hay tantos - - - no hay tiempo. Me ve y dice, “Ora y observa mientras que ores.” Hay hilos dorados - - - no hay manos; por lo que puedo ver, van hacía cada alma. Están remendando el tapiz - - - este tapiz de la vida. Vuelve a verme y dice, “El nombre de este hilo es la oración. Ahora puedes ver el poder de la oración."