4 de Mayo del 2001
"Hijitos del Amor Divino,
Tomen Mi mano pues muchos de Nuestros hijos están al borde del precipicio de la esperanza . . . atreviéndose a tener esperanza pero confrontados con las flaquezas humanas. . . una debilidad innata que solamente el Espíritu de Dios puede confrontar con éxito. Tomen la palabra de Dios y aférrense a Su promesa y la fe brotará como los brotes durante la primavera. Atrévanse a hacer audaces . . . a alcanzar lo que no pueden ver ......confíen en la abundancia del amor misericordioso y compasivo de Dios.
El camino está bien preparado . . . la vereda está lista. Con el tiempo podrán ver el cuidado individual que Dios ha dado a cada uno de Sus hijos. Sus Ángeles están continuamente ocupados guiándolos y alentándolos mientras se enfrentan a cada prueba de la vida.
Les he dicho antes acerca del mundo de los espíritus y la batalla constante que ocurre por las almas. Esto es real, Mis hijitos ......no es algo sacado de un libro de cuentos. La salvación tiene su precio ...... pagado en total por la preciosa sangre de Mi Hijo, Jesus. Pero aun permanece una ofrenda que debe ser aceptada para ser efectiva. Vean a su alrededor....... ¿A cuantos ven que entienden el papel que Dios les ha dado? Si comparan la vida a un escenario ......¿cuantos estarían llevando acabo el trabajo de Dios, y cuantos serían “espectadores” de la obra? Usen su tiempo con sabiduría ......éste no es un ensayo. Muchas almas dependen de sus oraciones para tener valor de pasar del auditorio al escenario de la vida de Dios. ¡Oren ......oren......oren!”
(Comentario: Yo firmemente creo que Nuestra Senora repite Sus comentarios anteriores tocantes a nuestra renuencia de “hacer un compromiso con Dios”. Tenemos la tendencia de “esperar y veremos” antes de actualmente decidirnos a seguir el llamado de Dios en cada una de nuestras vidas. Obviamente el dios falso del materialismo ata fuertemente a muchos de nuestros hermanos y hermanas, y es solamente con nuestra oración que nosotros, como guerreros de Cristo, podemos ayudarles a romper las cadenas que tienen a muchas almas como “prisioneras del mundo”. Seamos constantes en la oración siempre buscando la voluntad de Dios y siguiendo el camino de la santidad que El nos muestra. Todos caemos pero Dios está siempre a nuestro lado para levantarnos, para continuar esta jornada a la cual El nos ha llamado.)