"Mis Queridos Hijitos,
Tiempos como éstos causan a Mis Hijitos ponderar la realidad y cuestionar la espiritualidad a tal grado que la vida se hace una lucha de incertidumbre. Se necesita más tiempo en oración y comunión con Dios para renovar y fortalecer el cimiento de confianza por el cual Dios muestra Su misericordia.
Los invita a una fiesta......a una gran celebración. Son bienvenidos en su gozo pero especialmente en sus sufrimientos y desigualdad. Solo les pide que vengan, pues El se deleita en Sus hijos amados que le muestran una confianza amorosa en Su perdón y Su amor incondicional. No teman, Mis hijitos, acepten la invitación de Dios, pues es una invitación escrita y sellada con la preciosa sangre de Jesus. Los cielos proclaman la gloria de Dios al sentarse cada alma preciosa a la Mesa de salvación del Senor."
(Comentario: Después de orar para discernir tocante a este mensaje, siento que nuestra Madre Santísima se refiere a la “Misa” como la cena a la cual todos estamos invitados. Que gozo debe haber en nuestros corazones al saber que Nuestro Senor personalmente nos invita a comer del “Pan de Vida” diariamente para recibir la fortaleza necesaria para nuestras tareas diarias. Nunca estamos sólos: al contrario, estamos bien fortalecidos para enfrentar cualquier obstáculo si solo aceptamos la “invitación” de Dios para una renovación espiritual.)