“Mis queridos hijitos,
Fielmente se reúnen en este hogar santo trayendo con ustedes esta noche todos los acontecimientos de la semana …… los momentos de gozo ……y de gran felicidad y también aquellos momentos donde la ansiedad, el temor y la incertidumbre han ocupado sus vidas. Este es un tiempo de gran gozo, y de gran gozo será, pues se preparan para la temporada de la esperanza…… la temporada de gozo …… el nacimiento del Salvador. Hijitos y, sí, aun son niños……vengan como siempre …… cargando sus penas y sus gozos pues todo es para la gloria de Dios.
Están aquí, ¿y qué ésto no les dice …… ustedes han hecho el esfuerzo, que han escuchado la voz de Dios que los llama. Vengan, sean renovados……? Encuentren ese momento de paz que los va a sostener en los días que se aproximan. Tantas cosas se pondrán al frente en su camino. Pero ustedes, Mis hijitos, se les preparan a cada momento para que comprendan …… para discernir lo que es de Dios y lo que el maligno desea poner ante ustedes …… para distraerlos y perturbar su paz. Pero, Mis hijos, él no puede perturbar la paz …… pues la paz es la verdad. Dios es verdad. Su palabra es verdad y cuando se adueñan de Su palabra, se adueñan de la verdad y la falsedad del enemigo desaparece en la profundidad de la nada. Porque a ustedes se les ha adueñado como seres preciosos con una gran misión, una misión de amor y perdón.”
“Mis hijitos,
Los llamo a cada uno a un ministerio de amor ……a un ministerio donde Dios los ha escogido precisamente a ustedes en preparación para este ministerio, pues éste es un gran llamado de Dios. Hay una preparación. Es como un recipiente. Cuando uno trabaja los campos, en sus hogares y sus oficinas, llegan al hogar a refrescar sus cuerpos ……y limpiar todo el polvo y la suciedad …… para refrescarse y en igual manera …… deben ustedes mientras preparan estos ministerios. Lávense en la preciosa sangre de Jesus. La puerta está abierta. Está llena de frescura …… de consuelo, paz y perdón. Todo lo que tienen que hacer es entrar …… pues Jesus Los espera. Jesus Los espera para refrescarlos y purificarlos, para que estén limpios y puedan ser recipientes dignos para la misión que se le ha asignado a cada uno. No dejen de venir a Él en tal manera pues aquí el cuerpo, el alma y la mente se refrescan, se fortalecen y se llenan de la paz de Dios Todopoderoso. Se van armados con el amor de Jesus. Se van armados con Su promesa de perdón. Ahora están listos …… ahora están listos para amar y perdonar, pues la tarea les espera ……una tarea difícil. Pero para la cual serán preparados y formados en esa muestra de perfección a la cual Dios les ha llamado. Ustedes son Sus guerreros fieles. Regocíjense ahora …… dejen el dolor, el sufrimiento y las pruebas de estos últimos días ……las debilidades … las tentaciones … pues Dios los llama. Ustedes pueden escoger. ¿Dices Sí, o rechazas Su voz cuando diga tu nombre?”