8 de Noviembre del 2002
“Mis hijitos,
Ustedes que buscan esconderse y no ser encontrados intuitivamente lo conocen a Él cuyos dones han sido enterrados profundamente dentro de sus corazones. Buscan a Mi hijo para amarlo, y amarlo solo a Él …… y en hacer ésto tratan de suprimir la gracia y renunciar la gratitud que se le debe dar a Dios.
La humildad verdadera calladamente reconoce la gracia con alabanzas y agradecimiento y continúa sirviendo (a otros) sin darse cuenta de las necesidades o deseos propios. La humildad solo busca la voluntad de Dios y descansa contenta en el Sagrado Corazón de Jesus.
Es Mi deseo ayudarles a adquirir muchas virtudes para que ustedes sean agradables a Dios. Oren siempre con el corazón …… sencilla y honestamente. Esto nutrirá el amor que sienten por Dios. Entonces ese amor se convertirá en una llama inextinguible por el mundo, o las cosas del mundo. Puesto que su corazón se derretirá en un charco de amor divino. La paz perfecta será su compañera constante.
Toda alabanza y gloria al Cordero de Dios. Es en El dónde se apoyarán en los tiempos venideros. Estén en paz, Mis hijitos.”