15 de Noviembre del 2002
“Mis Hijitos,
Vengan y reúnanse bajo Mi manto donde con Mi calor los protegeré del aire frió de la incertidumbre. Mi corazón ardiente con amor por cada uno de Nuestros hijos……procura solo acercarlos al corazón de Mi Hijo …… el Corazón de la Misericordia. Este mundo, Mis hijos, solo procura lo contrario. Separarlos de la Misericordia …… llenarlos de desesperación …… y atormentar a las pobres almas que luchan tanto pero cual dirección ha sido desviada del camino de Cristo. El es la luz cual ustedes deben seguir. Hay muchas luces falsas y muchos profetas falsos. Estos, Mis hijitos, solo los llevarán a la oscuridad. Pero ustedes son hijos de la luz de Cristo, y como tal, son enviados al mundo oscurecido ……. con la luz de Su amor brillando dentro de sus almas.
Mis hijitos, los aliento a que regocijen en la adversidad …… pues todas las pruebas se les presentarán, pero Dios los ama y Sus manos los protegen. Su amor purifica y da perfume a las almas ardientes con el aroma del amor.”
(Pat) “Una dulce fragancia llena el aire. Veo llamas (lenguas). Veo dos llamariadas muy grandes que llegan tan alto como rascacielos en el cielo. Alrededor de estas llamas hay grupos de personas, probablemente almas …… pero por ahorita veo grupo de personas. El primer grupo alaba …… con cantos de gozo y agradecimiento a Dios y las llamas arden con más brillo y más intensidad. No hay temor…… pues son las llamas del amor y del gozo. La segunda llamariada aunque parece muy grande se desminuye y las personas tratan de revivirlas. Toman todo lo que es de importancia para ellos. Yo veo casas, barcos, coches, ropa fina …… todo que se pueda imaginar …… que es costoso y en lugar de que las llamas suban se desminuyen más hasta que solo quedan las cenizas.”
(Se expresa con dolor) “ Siento tanto dolor en mi corazón, Madre. La primera llama es tan brillante …… y se parte en el centro y caminando entre las llamas está un cordero y las personas se llenan de gozo. El cordero no se quema y camina entre las llamas que se han apartado y las llamas se convierten en una luz brillante y se vuelve en una custodia …… una custodia muy muy grande en el cielo y Nuestro Senor en la Eucaristía está presente en la custodia. Se ha humillado para venir a nosotros, para que Le adoremos. Las llamas no pueden destruir este amor …… solo excitan a las almas para que lo alaben y lo amen. Madre, nos dice ésto que nuestros corazones deben estar ardientes por Nuestro Senor cuando venimos a recibirlo …… ¿Que debemos de arder con este amor intenso y llenarnos de gratitud? Madre me faltan palabras, mi corazón no me pertenece. Mi corazón se parte por las almas que están ante las cenizas. O Dios de Misericordia sé compasivo con Tus hijos que sufren.”