29 de Noviembre del 2002
“Mi querida hija,
Frecuentemente la confusión borra la visión y nubla la mente de Mis amados hijitos. Los gozos de la vida ……esas pruebas …… esas incertidumbres …… el dolor y el sufrimiento parecen no tener un significado entendible en sus vidas. Les aseguro, Mis amados …… que éstos son tiempos ……de gran gozo, de gran fortaleza y de gran carácter. Porque en estas ocasiones debes confiar solo en Jesus. Él es quien ha tenido experiencia de todas las cosas y ha permitido estas pruebas en sus vidas para que crezcan y mientras crecen el fruto brota en sus vidas, otras semillas brotarán de este fruto y una gran huerta de almas para Cristo llenará el valle y el ministerio llegará a todos los que vengan en busca de Jesus. Muchos todavía no conocen o reconocen a Mi Hijo. Oren particularmente por estos hijitos para que puedan obtener la gracia de la salvación …… la gracia de ser lavados en la Preciosa Sangre de Cristo.
Pronto entrarán en una temporada santa y hermosa. Este es el tiempo donde un gran crecimiento espiritual brotará. Pues la belleza que busco es la belleza de las almas que regresan a Dios. Desdichadamente, Mis hijitos, ésta es solo una temporada …… y no una práctica diaria de amor, devoción y entrega. Aquí es donde se les llama a dar …… pero dar de ustedes mismos aquello que Dios les ha dado. Porque ustedes han recibido muchas bendiciones en abundancia de amor y en la abundancia del perdón que deben compartir con todos los necesitados. Estaré con ustedes durante este tiempo en maneras más evidentes para que muchos sepan de la presencia de Mi Hijo y de Su Madre aquí en esta montaña sagrada donde llamamos a todos a la conversión. Tomémonos de la mano y vamos a cantar alegremente alabanzas a Dios por el gran regalo, que aun viene.
Yo los bendigo, especialmente a aquellos quienes luchan y aun mantienen el deseo de perseverar a través de todas las adversidades. Descansa en Nuestra paz, o, bien amada.”