18 de Octubre del 2002
“Mis queridos hijitos,
Vengo como la Madre consoladora a traer paz a los corazones ansiosos y a mentes perturbadas. Vengo a llamarlos a una oración contemplativa más profunda, pues sin la oración se convierten en anzuelo vulnerable a las trampas de la desesperación y tentación.
Dios los ama, pequeños hijitos, y desea que se unan al Él en Su amor. Para unirse con Dios, deben ceder la voluntad propia en sus vidas, para que Dios sea lo más importante. Vean en los ojos de Jesus el amor que Él tiene para ustedes.
Mi pequeña, (aquí Nuestra Senora desea dar énfasis en que nos habla a cada uno de nosotros individualmente; por lo tanto, la referencia ha cambiado de un “agrupamiento” en general de Sus criaturas a un acercamiento más directo hacia cada “criatura” individualmente)
¿Qué precio le pones a un amor incondicional? Ustedes son tesoros …… tesoros preciosos para Dios y en aMaria Dios y en unirse a Él ustedes poseen el más grande tesoro. Puesto que las cosas del mundo se opacarán y se oscurecerán …… y es cuando el espíritu de ustedes desea elevarse y unirse con Dios. Confíen en Su Misericordia pues los peligros de este mundo son grandes y Mi corazón llora mientras Mis ojos se llenan de lágrimas …… porque Mis hijos no están nada de preparados. (lenguas) Ustedes, Mis hijitos, Mi pequeño rebaño, deben salir adelante ……llenos del Espíritu de Dios, haciendo Su voluntad. Hacia la cosecha van y serán bendecidos porque el Espíritu Santo estará siempre con ustedes. Porque el valor y el coraje que necesitan para perseverar siempre estará acompañándolos. Sean valientes, Mis hijitos, ahora no es el tiempo de ser tímidos, sino que con gran amor abran sus brazos para abrazar a sus hermanos y hermanas pues hay muchos necesitados …… tantas las heridas que deben sanar …… el tiempo es oscuro, pero la luz brillara más brillante si perseveran.”
(Visual): (Lenguas) ………… (El grupo de oración escucha cantos al fondo). Veo un escudo…… ¿Es cierto, Madre?…… un escudo …… un escudo muy grande en el cielo. Parece un escudo sobre una pizarra. Está iluminada tan brillantemente. En el centro del escudo hay tres letras P… A… X, todas en rojo. A un lado del escudo hay una espada brillando contra el cielo oscuro y al verse es muy bella. El escudo es “silencio” y la espada es “amor”. Estamos siendo armados con el escudo del amor silencioso. Esta es nuestra arma. Sobre todo… “amor” lo conquistará todo.