27 de Septiembre del 2002 (Maria habla al grupo de oración)
(Pat) “Te hablaré al oído palabras de amor a Ti, mi Senor, pues Tú tienes mi corazón.” (Lenguas)
(Maria) “ Hija Mía,
Gracias por responder a Mí llamado. Está consciente de lo complacido que estamos con tus esfuerzos …… con los esfuerzos de esos hijos preciosos que se proponen hacer la Voluntad de Dios.
Te hablo personalmente … (pausa) …… escucha … (pausa) ……Yo voy a sonreír ampliamente sobre esta labor y está consciente que el Espíritu Santo será la columna sobre la cual apoyarás tus esfuerzos.
Piensa que es como una sombrilla bajo la cual se ocuparán haciendo la labor de Mi Hijo. Mis guerreros de paz …… distribuyan el amor de Dios, proclamen Su Misericordia y recojan a los que andan perdidos en el redil de Su poderoso amor. Tengan valor y nunca se desalienten pues se les dará la sabiduría ……el discernimiento de hacer todo lo que Dios ha planeado para ustedes y esta hermosa labor. Muchas almas serán tocadas por el Espíritu Santo. Muchas almas sanarán y serán restauradas a su fe en Dios.
Qué gozo hay en Mi corazón …… porque han tenido el valor para continuar adelante. Oren, siempre estén en oración, Mis pequeños …… y sean bondadosos …… apacibles y amorosos. Pues con ésto y con la manera que viven sus vidas otros verán que Cristo verdaderamente reina entre ustedes. Tolérense …… pues todos serán probados, y como la hierba brota entre el trigo. No tengan cuidado ……pero cuiden del trigo para que crezca fuerte y que Dios se encargue de la hierba. Aprendan a apoyarse uno al otro por medio del amor…… la paciencia y la comprensión. Deseo corazones bondadosos…… corazones abiertos…… para que Mi Hijo entre y habite en cada uno de ustedes. Ampárense y ocúpense en hacer la voluntad de Dios…… pues sus esfuerzos serán recompensados.”
(Pat) Lenguas……“ Veo una carpa grande y vibrante. Yo lo llaMaria un arco iris pero tiene la forma de una carpa y cubre a todas estas …… a todas estas almas …… a estas personas. Verdaderamente es una sombrilla del amor de Dios y de Su Misericordia. Es el Espíritu Santo que dirigirá los pasos de los hijos de Dios.”