(La recipiente) “Mi querida Madre, renuevo mi compromiso a Tu Amadísimo Hijo, Mi Senor Jesucristo ….. y que estas palabras penetren los corazones de todos quienes las escuchan. Tienta mis labios, Dulce Madre, para que todo sea purificado.”
“Mis hijitos,
Hablen tiernamente a todos quienes buscan el amor de Dios y ellos verán, a través de la insignificancia de ustedes, al Espíritu Santo actuar. Sean humildes, Mis hijitos, no busquen evitar la humillación …. sino regocíjense en agradecimiento silencioso por la gracia que el Senor les ha permitido ofrecerle, este don que tanto agrada a Su Misericordioso Corazón.”
(Lenguas) “Sí, estos tiempos son muy difíciles, pero, Mis hijitos, no se les pide hacer lo imposible …. se les pide hacer lo posible con mucho amor por Jesus. En todas las cosas pueden encontrar un regalo que ofrecerle a Mi Hijo ….. para apaciguar el furor que arde en Su Corazón. Un furor creado por aquellos quienes lo ignoran y le voltean la espalda. Él es el único recurso, Mis hijitos. Esto debe ser expresado y aceptado por sus hijos. Amor, amor puro, es lo que debe existir si el mundo va a sobrevivir. Hemos dicho … sí …. y hablado de muchas cosas …. pero solo con amor y oración continua vendrán los resultados que puedan mitigar el castigo que vendrá.”
“Mis queridos,
No teman cuando su esperanza está en el Senor pues Él es su Protector…. su Salvador…. su Redentor. Confíen en Su misericordia ….. Entréguense a Su Santa Voluntad y sus corazones encontrarán el gozo y la paz en el servicio a los demás.”
(La recipiente): “Sí, Madre … si solo pudiera ver lo que nos espera pudiera estar mejor preparada, pero no sé lo que deseas de mí. Es solo en caminar contigo día a día que recibo Tu fuerza …… comprendo de Tu amor y comparto ese amor. Soy nada… y siendo nada ¿como puedo causar daño a nadie? Debemos buscar el ser nada… nada más que niños escondidos bajo el manto de una Madre que nos ama tanto, una Made que nos guía hacía Su Hijo. Mantennos cerca de Ti, Madre querida, para no ofender. No vamos a dañar…….. solo vamos a amar.”
(Lenguas) “Cada lágrima que compartimos, o derramamos por amor a Su Hijo, en remordimiento por nuestros pecados, le trae mucho gozo a Él …… pues un corazón arrepentido es muy de Su agrado.”