3 de Octubre del 2003
(Recipiente) El siguiente mensaje se recibió durante un tiempo de reflexión privada en el silencio de Dios. En esta noche no asistí al Rosario del Viernes en el Cañón si no que pasé el tiempo alejada del grupo en oración contemplativa. Se discutieron muchas cosas que en Su tiempo serán reveladas. Se me hizo saber que me voy a apartar en un silencio más profundo donde seré fortalecida con más intensidad en la fe y la confianza en Su plan para engrandecer espiritualmente y en la sanación física.
“Mis queridos hijitos,
Hay ocasiones cuando es necesario tomar un paso hacía atrás de la labor presente para poder ver todo en su perspectiva propia. Cuando uno ve muy de cerca… el enfoque se limita; sin embargo, con tomar unos cuantos pasos hacía atrás se ve un lienzo con una multitud de posibilidades, o imperfecciones pequeñas, que los preocupan.
La vida semeja ese lienzo. ¿En qué se concentran? Mis hijitos, sus vidas están llenas de imperfecciones y distracciones. Sin embargo, la belleza del lienzo, donde desean ver la hermosura de Dios en todas Sus criaturas, permanece como un tapiz de perfección pues no nos podemos ver como Dios nos ve. Dios ve las preferencias del hombre, sean buenas o malas, y solo Dios sabe como va reparar el tapiz por medio del arrepentimiento y la penitencia.
Mientras Dios entrelaza sus hilos de Misericordia entre estas almas preciosas, la belleza no vista por ojos humanos, se vuelve en una obra maestra solo para los ojos de Dios.”