(Aproximadamente las 8:00 pm., cuando en meditación en nuestro hogar en Hereford, yo (la recipiente) escuché, “Despierta, Hija Mía.” Y se me dijo que escribiera el siguiente mensaje mientras se me dictaba. Estando enferma, no pude asistir el Rosario del Viernes en el Cañón y estaba un poco perturbada pues un grupo de personas de otro estado nos visitaban y esta visita fue planeada hace tiempo. Problemas de salud me han molestado por tres semanas, sin embargo, Dios sabe lo que hace y Sus planes son perfectos).”
“Mis queridos hijos,
Escucho el murmullo de sus corazones - Ella no vendrá en esta noche. Pero ustedes, Mis preciosos hijitos con todo el equipaje espiritual en sus corazones - sanación, intercesión por las familias, asuntos económicos …… por la fortaleza, la fuerza y el compromiso a Dios de todo el ser …… ésto demuestra que caminan en fe. Es una fe bien iluminada por el Espíritu Santo y la Santa Palabra de Dios y las Tradiciones de la Santa Iglesia.
Porque aunque han pasado siglos, aun Les hablamos a cada corazón. Si, algunos requieren molde muy tierno Mariado con “frágil, manéjese con cuidado”, mientras otros reciben Su palabra y son atraídos a la verdad. Uno no se esconde de la verdad, pues la verdad busca en cada oportunidad de ser un testigo de la vida y el amor de Jesucristo.
En esta noche estas palabras son de paz y de gozo. No han venido a ver al mensajero si no a escuchar el mensaje. Escuchen bien Mis palabras pues cada uno aquí presente es precioso ante Dios. Un corazón que ansía por la salvación de sus semejantes es un obsequio infinitamente más precioso, pues con el tiempo aprenderán que todos están en el negocio de servir a las almas. Mientras se despiden, sean bendecidos con la presencia de Nuestra Paz. Cuando regresen, la paz que ahora llevan dará una fragancia de santidad que compartirán con muchos de Nuestros hijos. Mi paz les doy esta noche.”