Nuestra Señora de las Sierras - Mensaje de Navidad del 23 de Diciembre, 2016
(Comentario) De nuevo este año, con la participación y asistencia de sacerdotes, diáconos, hermanas religiosas, seminaristas y aproximadamente 400 visitantes, Nuestra Señora se apareció a la vidente Pat, quien fue acompañada por varios de los sacerdotes en el cuarto. Como es costumbre, cuando Nuestra Señora comenzó a hablar, se le avisó a los peregrinos con el sonido de campanitas. La vidente comenzó con una descripción del escenario: “Que bella, viene aluzada con varios matices de colores azules, verdes, dorados y plateados. El movimiento de Su imagen causa que los colores se mezclen entre sí de una manera extraordinaria captivando la vista por la belleza absoluta de Su santidad. Se puso de pie, con Sus manos unidas en oración, sobre una sustancia como nube y es rodeada por ángeles. Los sacerdotes quienes acompañaron a Pat en el cuarto de la aparición también escucharon la voz en vivo del mensaje de la forma en que fue presentado”. Entonces Nuestra Señora comenzó a hablar a través de la vidente.
“Mis queridos hijitos,
Estoy con ustedes esta noche para hablarles sobre el amor de Dios por todos Sus hijos. Es un amor más allá de lo que ustedes comprenden….como es el amor a la comunicación. Desafortunadamente, Mis pequeños hijitos, su mundo está tan lleno de distracciones que solo escuchan pedacitos y parte de lo que Dios desea revelarles. Tantos aparatos que los distraen … es como si Nos pusieran “en el botón de silencio” y se pierden de Nuestra conversación. Dios les habla a sus corazones, y en su corazón existe la habilidad para comunicarse con Dios. Dios busca la sinceridad de sus corazones. Nada pasa sin ser percibido. Mi hijita, sus nombres están gravados en Nuestros Corazones …. Yo les pregunto, ¿Cuál nombre está gravado en sus corazones? ¿Dónde está Dios en sus vidas? ¿Lo han puesto tan bajo en la lista que casi no hay lugar para Él en sus vidas?
Seguramente, podemos remediar eso. Oren y con paciencia comprenderán muchas de las cosas que sucederán en su mundo. Dios tiene que quedar en primer lugar. Su mundo no puede existir sin Él. Santo, Santo es el Nombre de Aquel que viene con la noticia, la Buena Nueva que Él sanará este mundo. Es Su promesa por motivo de Su amor …. Su devoción a Su creación. No necesitan tratar de reparar las piezas fragmentadas de sus vidas solos. No pueden acomodarlas de nuevo… pero Dios las juntará. Él suavizará las orillas ásperas y pulirá las piedras. Y entonces, Mis hijitos, todo se reparará de nuevo. Y con esa renovación en sus vidas, la luz de Cristo brillará dentro de ustedes, y serán Su luz para todo el mundo. Estén en paz… oren… y amen. Regocíjense ahora, Mis hijitos, puesto que Dios está con ustedes. Sus ángeles los rodean."
(La vidente continúa) Ahora Nuestra Madre quiere mostrarnos que Sus manos están extendidas. Parece como si tuviera una tela muy fina extendida entre sus manos. Esta tela va tomando la forma como de una canasta. Al formarse la canasta, es como si los ángeles recibieran una orden inaudible, y rápidamente van a cada uno de nosotros… a cada uno de los que están aquí esta noche… nadie está excluido… y recogen los pedacitos fragmentados de nuestras vidas, y cada uno los llevan y los colocan en la tela fina que detiene Nuestra Señora. La tela es como una gasa fina… delicada en apariencia, pero muy fuerte. No parece ponerse muy pesada. Ella solo sostiene estas piezas tan preciosas hasta que llega la última. Y entonces, no la veo tratando de atar la tela para que queden todas las piezas dentro, sin embargo está segura. Parece que se desvanece… y entonces escucho que Ella dice… “Toma, Hijo Mío, estos son tuyos… ayuda a tus hijos.” Entonces salen luces de Sus manos y Ella nos bendice como lo hace una Madre. Es casi como un abrazo de amor… de consuelo… de seguridad… (Yo los amo).
¡Cuanto más podemos ser amados!
Final 12-29-16
La Homilía del Padre Greg el 23 de Diciembre, 2016
ROSARIO ESPECIAL DE BENDICIONES
“En el Santo Evangelio, nuestro Señor le pregunta a la gente “¿Qué fueron a ver al desierto?” Yo les pregunto “¿Qué vinieron a ver aquí esta noche?” El Salvador dice: “¿Vinieron a escuchar el viento volar? Vinieron a ver gente vestida con ropa fina?” No … El Salvador dice: “Vinieron a escuchar a Dios. Vinieron a recibir un mensaje de Dios.” Es por eso que estos diáconos, hermanas religiosas, sacerdotes y seminaristas han venido a estar con ustedes, y junto con ustedes, a escuchar lo que Dios les quiere decir.
Yo voy a corregir lo que dijo nuestro querido diácono cuando dijo con respecto a que Nuestra Santísima Madre se iba a ir en un cierto momento. Esto no es totalmente correcto. La Palabra de Dios nos dice que estamos rodeados de “una nube de testigos”, que aunque la visión en particular se desvanece, el acogimiento de Dios se queda.
No es tanto el caso de que estas cosas, estas visiones, de alguna manera vienen a nosotros desde muy lejos, si no el hecho es que, de vez en cuando, nuestra vista se aclara lo suficiente por el amor, que podemos ver lo que siempre está ahí. El amor de la vidente hacia Dios y María le permite ver … y escuchar lo que está ahí para todos Sus hijos.
En una obra teatral llamada “Santa Juana”, el escritor George Bernard Shaw, tiene un diálogo entre el Delfín, el Príncipe de Francia y Juana de Arco. El Príncipe dice, “¿Por qué no escucho las voces que tú escuchas? Yo soy el Príncipe.” Y la Santita dice “¡Usted podría, si escuchara!” ¡Cuando suenan las campanas, las voces de los Ángeles están con el sonido de las campanas, pero ustedes se apresuran en sus oraciones se van para hacer algo más!
Las palabras que Nuestra Santísima Madre habló esta noche serán transcritas, y también puestas en el sitio de internet en unos cuantos días, pero sé que hay algunas cosas que ustedes quieren escuchar esta noche que tengo el privilegio de compartir con ustedes… para que puedan llevarse con ustedes.
El mensaje comienza, como siempre… cuánto son amados ustedes. De nuevo se repitió, ¡que no pueden comprehender cuánto los ama Dios! Nuestra Santísima Madre dijo “sus nombres son gravados en Nuestros corazones”. Ella preguntó, “¿Donde está Dios en sus corazones?” Ella dijo, que hay tanto en nuestro mundo que nos distrae. Si nos entregáramos a Dios, muchas cosas serían más claras para nosotros.
Nuestra Santísima Madre dijo que hay tanto que está quebrantado en sus corazones… en su mundo… tantos fragmentos… y ustedes no los pueden reparar. ¡Permitan que Dios sea el que los sane y restaure! Entréguense a Dios.
Hay muchas otras cosas que se dijeron, pero al final en la visión, la vidente vio a Nuestra Santísima Madre tener en sus manos abiertas algo como una tela, una tela muy fina como gasita, y la vidente dijo, ¡Los Ángeles están tan ocupados!” … Yendo a cada uno de ustedes y tomando lo que está quebrantado… tomando sus fragmentos, y poniéndolos en esa tela. Y Nuestra Santísima Madre carga todo esto dentro de la tela preciosa y se volteó y lo entregó a Jesús, diciendo: “Hijo Mío, tómalos … son Tuyos”.
Nuestra oración para ustedes esta noche, ¡Es que escuchen este mensaje precioso! ¡Entréguense a Dios, y permitan que Dios les ame para poder llegar a su plenitud! Cualquiera que sea el quebranto… cualquiera que sea el dolor en sus vidas… Dios los sanará en su totalidad, si confían en Él.
De nuevo, ustedes no pueden hacer esto por sí mismos. No pueden sanar sus propias vidas. Nadie puede. Pónganse en manos de Dios, para que la Madre que los ama tanto pueda llevarle todo esto a Él. Ella se lo entrega a Él… confía a Él para que los sane, y para que sane al mundo.
La vidente dijo, cuando experimenten esto por sí mismos, entonces ustedes serán “la Buena Nueva” para el mundo. ¡Entréguense a Dios!... ¡Dios los ama tanto!
Final. 12-30-2016